Hace pocos días, cuando exploraba en Google.com, el buscador más famoso del mundo que a más de uno le da problemas al pronunciar esta palabrita y que por cierto, muchos consultamos a cada ratico, llegué a una encrucijada inadmisible. Aunque suene absurdo, eso pasa cuando uno se enfrenta particularmente a este tipo de páginas, que de repente registran tanta información, que se termina a veces más desorientado de lo que ya se estaba porque sencillamente no se sabe para dónde coger, a qué link hacerle click. El panorama no sólo llega a ser perturbador por aquello de la sobreinformación, sino cuando, en el peor de los casos, no se encuentra nada que realmente valga la pena, o para no ser tan dura, lo que existe deja tantos vacíos como dudas y descontentos.
Eso es exactamente lo que ocurre cuando a uno se le da por escribir en Google.com,‘Girardot’. Pues para los que nacieron en la tierra de los Panches,
Que de por si ya es un logro que la “Ciudad de las Acacias” sea reconocida en al menos cuatro páginas, bueno, es cierto; eso quiere decir que estamos progresando, diría alguien, y de paso demuestra el esfuerzo de los hijos de Girardot por revelar las maravillas de la urbe que los vio nacer, porqué no. Pero hay que ver cómo se vende el concepto. Como alguien me dijo hoy, unas horas antes de empezar este escrito: “El problema no es la idea sino cómo estás compartiendo esa idea”.
No soy ni publicista, ni diseñadora gráfica, ni me ufano de periodista, ni nada que se le parezca, pero no es necesario tener ningún título de esos o cualquiera afín bajo el brazo para darse cuenta de que las cuatro páginas virtuales de las que dispone la ciudad son una copia de la copia de ellas mismas.
Girardot.com, ‘la guía comercial y turística’ como indica su razón social, efectivamente es algo así como un directorio de bares, restaurantes y hoteles, porque como aquí aparentemente no hay nada más que mostrar, pues lo mejor es orientar al turista hacia ese tipo de negocios. Los mismos de siempre y los que se atreven a supuestamente innovar, pautando a través de Internet. Luego, si revisamos otros contenidos como la historia del municipio y las notas sobre los sitios de interés, pues la cosa ya cambia, no pasa de ser un espacio desperdiciado dentro de la página. Sosos y escasos de contenido se reflejan los vínculos, eso por citar un par de detalles.
Ahora bien, aquí no se trata de bombardear a los dueños o al menos quienes dedican su tiempo a la preparación de esta página, nada de eso. De hecho, con mucho respeto dirijo mi opinión como una visitante más de la red. Pero las cosas son como no son. Entonces, de espectacular no tiene gran cosa este sitio virtual.
Como no se trata tampoco de darle palo a nadie sino de realizar una reflexión crítica de estos medios, cybergirardot.com magazine, es otra de las opciones que tiene el mundo para conocer algo de la “Ciudad de las Acacias”. Que el diseño logra un impacto agradable a los sentidos, es muy cierto; la familia Dussan, propietaria y responsable en todos los aspectos de este espacio, ha realizado un buen esfuerzo; a la vista se nota que hay toda una estrategia detrás de los diferentes elementos gráficos que le da un toque de modernidad y dinamismo.
Desde el tipo de letra, los colores, las fotografías, las imágenes y demás empleadas para tal propósito. Sin embargo, teniendo en cuenta que es un magazine, necesita mejorar su contenido. Señores, una revista no sólo la hace la bonita ni interesante los muñequitos, sino lo que dice, y eso obviando cómo debe ser lo que dice, de ahí que si me distancio de esa partecita obligada de los orígenes y sitios de interés no hay nada más que leer. Lo que no la diferencia de su homóloga ya antes mencionada. Un magazine, vuelve la burra al trigo, necesita más información y eso no son sólo datos de direcciones de los hoteles y restaurantes, es lo nuevo que no conozco.
Ahora, qué decir de Girardot.ws. Estoy casi segura de que si le pregunto a una pequeña porción de los girardoteños, que por supuesto no estén pautando allí o que no sean familiares de los propietarios de la web o de quienes trabajan para ella, para el resto es una sorpresa encontrarse con ella. Hasta hace unos días no tenía ni la menor idea de que existía, pero fue grato toparse.
A diferencia de la propuesta de los Dussan, Girardot.ws -que por cierto no sé qué es eso de ‘ws’- su contenido es mucho más amplio. La economía en los artículos que dan una reseña clara y agradable para foráneos y propios es en su justa medida. Eso, además de disponer de otro tipo de informaciones sobre el municipio y los acontecimientos de la región. Que a veces el contenido necesita algo de lo que le sobra a Cybergirardot, me refiero a los elementos de diseño, sí; pero, desde mi simple modo de percibir las cosas, es quizá el espacio virtual sobre Girardot más completo. Con esto no estoy diciendo que es perfecta, para nada, pero sí que sobre las demás se lleva un par de estrellas más en su calificación.
Luego, si ese es el panorama de las páginas virtuales de carácter privado, qué hay de la oficial, la de
Es desde cualquiera perspectiva inadmisible que desde tal instancia, propender al mejoramiento de la imagen de Girardot no sea un motivo para impedir tanta desidia.
Pero como alguien dijo una vez, y aquí me perdonaran mis lectores la expresión, ‘para gustos, los colores’. Claro, con las paginas privadas que ya indiqué, porque con la municipal, nada que hacer. Como bien trillada está la expresión, ‘deje así’, lamentablemente, tengo que decirlo, no pierda el tiempo visitándola porque hay mejores cosas por ver o sino compruébelo usted mismo.
2 comentarios:
Estoy completamente de acuerdo, vivo en el exterior y un día me dio por ver que aparecía en Internet sobre la ciudad donde nací y no ví nada especial...
Esta muy bien dicho ahora girardot ya no tiene nada que mostrar a parte de rumba,bares,restaurantes y piscinas... que podremos hacer por mejorar todo esto.
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